¿Estamos hablando los celíacos siempre sobre la celiaquía? Pues si nos juntamos dos o más personas, ¡es inevitable! jajaja.

El otro día con una persona salió el tema de cual fue nuestra última comida CON GLUTEN. ¿La recordáis? ¿Tardasteis mucho en empezar la dieta o el mismo día ya dejasteis de comer cosas con gluten?

Si os apetece podéis dejar un comentario en esta entrada o bien enviarme un mail, prometo discreción con el nombre. Solo es la anécdota. (La dejaré abierta para que la gente vaya contando su experiencia). Lo de la “última cena” es anecdótico, quería decir vuestra última comida, cada uno empezó cuando empezó.

glutoniana@nullhotmail.com

 

***

Jose (me envía la experiencia su mujer, pero no puedo ponerla toda aquí entera):

El día que teníamos los resultados de la biopsia intestinal, nos levantamos, tomamos el desayuno, con gluten, que creo que fueron unas galletas, pero tampoco lo puedo asegurar, y fuimos al hospital. En menos de una hora salíamos de allí con un diagnóstico de celiaquía y un montón de sentimientos encontrados.

Por una parte alivio, porque la verdad es que pensamos que podía ser algo mucho más grave, así que para nosotros saber que mi marido era celiaco nada más (y nada menos), casi fue una alegría. Por la otra miedo. Sí. Yo tenía miedo. Miedo de no saber si iba a ser capaz de adaptar su alimentación a la dieta, porque él se tenía que acostumbrar a los nuevos sabores, cosa que no es fácil, y yo a una nueva manera de cocinar, ordenar alimentos, hacer la compra y en definitiva, cambiar hábitos de vida que habíamos mantenido durante tantos años.

Miedo porque el diagnóstico fue en agosto, y las indicaciones del médico fueron: «toma éste folleto. Es de la asociación de celiacos y ellos te informarán». Pero claro, agosto es mes de vacaciones, así que de la asociación no pudimos obtener ayuda hasta bien entrado septiembre.

Pero alguien tenía que tirar del carro, y no dejar paso a la desesperación de no saber qué hacer. Así que me planté delante de mi marido, y le dije: » Al fin y al cabo son buenas noticias, así que alegra esa cara y vamos ahora mismo ahí enfrente a comprar». Y allí que nos fuimos. Creo que compramos pan, magdalenas, harina y poco más. Pero yo ya había preparado una comida libre de gluten, por si acaso.

La dieta la empezó ése mismo día en la comida. Nunca se la ha saltado. NUNCA.

M. Carmen: Yo un croissant, el día que salí del médico que me acababan de decir «eres celiaca» me metí en un bar a desayunar y me pedí un croissant con mantequilla y mermelada, sabía que iba a ser el último. Me supo a gloria. Y como dice Marta, esto es para llorar… como lo echo de menos.

Marta: Yo al salir del médico, no fui capaz de comerme mi último trozo de pan… sabiendo q me hacía mal, aunque ya estaba hecha un guiñapo… pero este verano me dijeron que probara a reintroducir cereales (no soy celiaca, es otra enfermedad), y me hice mi propio pan de trigo, y comí galletas durante un mes… y ahora echo más de menos el trigo, antes de volver a probarlo ya había olvidado cómo sabían esas cosas.

Marga: Pues yo salí del médico y lloré  y llegué a casa y empecé a vaciar la cocina de todo lo que no podía comer…. y una llorera de muerte, porque casi todo tenía gluten. La verdad es que no recuerdo lo que comí el día anterior, desde que salí del médico he seguido la dieta.

Mònica R.: El día antes de ir al médico a confirmar el diagnóstico me preparé una lasaña para despedirme del gluten. Ya me habían avanzado al hacer la endoscopia que parecía un caso claro de celiaquía, así que ya llevaba unos días investigando… Me diagnosticaron el día que cumplí los 27, ¡menudo disgusto!

Marcela: Me entregaban el resultado de la biopsia un lunes por la tarde. Ese mediodía, dando por seguro de que el resultado sería que efectivamente era celíaca, decidí despedirme de las harinas disfrutando de un buen plato de pastas. Fui a comprar sorrentinos rellenos con jamón y queso y salsa bolognesa al mejor lugar de pastas de mi pueblo, dispuesta a darme un atracón. Solo debía hervirlos y calentar la salsa. Cuando llegué a mi casa, mi marido me dijo que se sentía mal, que el domingo había comido demasiado por lo que en vez de los sorrentinos preferìa comer solo frutas. Lo tomé como una señal, jajaja, así que los freezé en la caja, tal cual los había comprado, y allí quedaron, por mucho tiempo, hasta que pude preparárselos a él 🙁

Y el resultado de la biposia fue «celiaquía» por lo que no tuve una despedida formal del gluten. En mi año de tratamiento cometí dos mini transgresiones y tuve tales descomposturas que ya ni me tienta, aunque sigo sufriendo cuando todos comen a mi alrededor.

Tamara (esta manera de afrontar la dieta quizás no es la mejor pero me ha parecido muy interesante para concienciarse y luego no cometer transgresiones, es mi opinión): Cuando me diagnosticaron estaba a unas semanas de irme de viaje a Holanda y el médico me aconsejó que empezara la dieta al volver del viaje. Así que disfruté de mi último viaje con gluten.

Al volver decidí estar unos días yendo a cenar y a comer a mis restaurantes preferidos para ir «despidiéndome» de ellos y así ya me iba mentalizando poco a poco.

Mi última cena fue en un japonés que me encantaba, porque sabía que sería difícil volverlo a probar. Me hice una foto con mi último bocado antes de la dieta 🙂

Al día siguiente empecé la dieta singlu.

Creo que despedirme de los restaurantes me vino muy bien para afrontar la nueva dieta.

Glutoniana: en la analítica salí positiva y cuando me dieron los resultados de la endoscopia ya llevaba muchos días mirando qué cosas podría comer y que no, por lo que no tuve tiempo de pensar cual sería mi última comida. Comí unos canelones (que no me chiflan) y no recuerdo que más. Si hubiera sido consciente ese día de lo que me venía me zampo un bocata de pan crujiente y rico! Jajaja. Pero estaba tan concienciada de a ver qué podría comer y no que ni se me pasó por la cabeza hacer una despedida. Estaba muy mal por muchos síntomas y no me apetecía comer nada fuera de lo normal.

Mònica P. L.:  Me diagnosticaron días antes de navidad del 2011. Decidí dejar pasar las fiestas, y en plan masoquista me despedí de algunas cosillas. Mi ultima comida fue la comida reyes, con el típico Tortell de Reis. Tengo que aclarar que yo no tenia síntomas inmediatos después de comer. Tenia pérdida de peso alarmante, molestias estomacales y anemia. Me pudieron diagnosticar porque yo tengo un sobrino celíaco y cuando ya no sabían qué buscar, yo sugerí la posibilidad de ser celiaca. La doctora me hizo la analítica por no escucharme, ella decía que no tenia la sintomatología de la celiaquía. Y bingo!!! Celiaca a los 35!!! Me costó adaptarme a la dieta, soy muy golosa, pero gracias a 500.000 recetas para celiacos y blogs como el de Glutoniana, he descubierto que ser celíaco no te condena comer todo industrial y empaquetado y que hay cosas deliciosas!!!!

Magda: Siempre recordaré mi última cena sin gluten. Fue en un hotel de Aqaba en Jordania. Al día siguiente volvía a mi casa y ya tenía hora para la biopsia intestinal. El médico ya me había dicho que tenía todos los números de ser celíaca, pero que no hiciera dieta hasta estar seguros. Pues bien, esa misma noche no recuerdo bien que cené, pero me comí com tres o cuatro panes ácimos y un montón de pasteles super dulces (la repostería árabe es muy dulce), y eso que a mi el dulce no me entusiasma. Mis amigos me miraban con cara como si me hubiera vuelto tonta (sólo uno sabía que seguramente era celíaca). Así que se puede decir que mi última cena con gluten se acabó en un empacho…

 

Judit: El día de la biopsia intestinal salí muerta de hambre y un colocón de la anestesia que no veas. Fuimos directos a la Tagliatella a comer una pizza 4 quesos. La última de mi vida pensé. Qué buena estaba y qué bien me sentó!!

Agus:  La verdad que no recuerdo exactamente cuál fue mi última comida con gluten. Sí recuerdo mi último cumpleaños con gluten, que fué 4 días antes de hacerme la biopsia. Hicimos salchichas en el grill, por supuesto con pan, torta y alfajores de maicena hechos mitad maicena, mitad harina de trigo.

La analítica ya me había dado positivo, que fué cuando mi médico me dijo que había posibilidades de que fuera celíaca. Así que hasta tener los resultados de la biopsia estuve investigando un poco en el cyberespacio acerca de la enfermedad y cómo tratarla.

Recuerdo que mi médico me llamó por teléfono para darme los resultados, era un lunes justo después del mediodía. Me dijo que los resultados eran positivos, que era celíaca y que debía comenzar a alimentarme sin gluten. Ya lo había estado asimilando durante casi un mes, que fue el tiempo que tardaron todos los estudios, así que me lo tomé bastante bien.

Cuando llegué a mi casa, vacié completamente las alacenas, creo que lo único que quedó fue la sal y un paquete de azúcar. Tiempo después, cuando con tranquilidad fui aprendiendo un poco más, descubrí que muchas cosas que había en mi alacena y de las que me deshice eran en realidad aptas.

Sí recuerdo los primeros productos que compré sin gluten, fui a uno de esto bio-market y compré 1 paquete de tallarines, 1 salsa de tomate y un pan, me gasté poco más de 10 euros, fué un shock tremendo!!!!

Más experiencias en los comentarios de esta entrada.