¿Estamos hablando los celíacos siempre sobre la celiaquía? Pues si nos juntamos dos o más personas, ¡es inevitable! jajaja.
El otro día con una persona salió el tema de cual fue nuestra última comida CON GLUTEN. ¿La recordáis? ¿Tardasteis mucho en empezar la dieta o el mismo día ya dejasteis de comer cosas con gluten?
Si os apetece podéis dejar un comentario en esta entrada o bien enviarme un mail, prometo discreción con el nombre. Solo es la anécdota. (La dejaré abierta para que la gente vaya contando su experiencia). Lo de la “última cena” es anecdótico, quería decir vuestra última comida, cada uno empezó cuando empezó.
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Jose (me envía la experiencia su mujer, pero no puedo ponerla toda aquí entera):
El día que teníamos los resultados de la biopsia intestinal, nos levantamos, tomamos el desayuno, con gluten, que creo que fueron unas galletas, pero tampoco lo puedo asegurar, y fuimos al hospital. En menos de una hora salíamos de allí con un diagnóstico de celiaquía y un montón de sentimientos encontrados.
Por una parte alivio, porque la verdad es que pensamos que podía ser algo mucho más grave, así que para nosotros saber que mi marido era celiaco nada más (y nada menos), casi fue una alegría. Por la otra miedo. Sí. Yo tenía miedo. Miedo de no saber si iba a ser capaz de adaptar su alimentación a la dieta, porque él se tenía que acostumbrar a los nuevos sabores, cosa que no es fácil, y yo a una nueva manera de cocinar, ordenar alimentos, hacer la compra y en definitiva, cambiar hábitos de vida que habíamos mantenido durante tantos años.
Miedo porque el diagnóstico fue en agosto, y las indicaciones del médico fueron: «toma éste folleto. Es de la asociación de celiacos y ellos te informarán». Pero claro, agosto es mes de vacaciones, así que de la asociación no pudimos obtener ayuda hasta bien entrado septiembre.
Pero alguien tenía que tirar del carro, y no dejar paso a la desesperación de no saber qué hacer. Así que me planté delante de mi marido, y le dije: » Al fin y al cabo son buenas noticias, así que alegra esa cara y vamos ahora mismo ahí enfrente a comprar». Y allí que nos fuimos. Creo que compramos pan, magdalenas, harina y poco más. Pero yo ya había preparado una comida libre de gluten, por si acaso.
La dieta la empezó ése mismo día en la comida. Nunca se la ha saltado. NUNCA.
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M. Carmen: Yo un croissant, el día que salí del médico que me acababan de decir «eres celiaca» me metí en un bar a desayunar y me pedí un croissant con mantequilla y mermelada, sabía que iba a ser el último. Me supo a gloria. Y como dice Marta, esto es para llorar… como lo echo de menos.
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Marta: Yo al salir del médico, no fui capaz de comerme mi último trozo de pan… sabiendo q me hacía mal, aunque ya estaba hecha un guiñapo… pero este verano me dijeron que probara a reintroducir cereales (no soy celiaca, es otra enfermedad), y me hice mi propio pan de trigo, y comí galletas durante un mes… y ahora echo más de menos el trigo, antes de volver a probarlo ya había olvidado cómo sabían esas cosas.
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Marga: Pues yo salí del médico y lloré y llegué a casa y empecé a vaciar la cocina de todo lo que no podía comer…. y una llorera de muerte, porque casi todo tenía gluten. La verdad es que no recuerdo lo que comí el día anterior, desde que salí del médico he seguido la dieta.
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Mònica R.: El día antes de ir al médico a confirmar el diagnóstico me preparé una lasaña para despedirme del gluten. Ya me habían avanzado al hacer la endoscopia que parecía un caso claro de celiaquía, así que ya llevaba unos días investigando… Me diagnosticaron el día que cumplí los 27, ¡menudo disgusto!
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Marcela: Me entregaban el resultado de la biopsia un lunes por la tarde. Ese mediodía, dando por seguro de que el resultado sería que efectivamente era celíaca, decidí despedirme de las harinas disfrutando de un buen plato de pastas. Fui a comprar sorrentinos rellenos con jamón y queso y salsa bolognesa al mejor lugar de pastas de mi pueblo, dispuesta a darme un atracón. Solo debía hervirlos y calentar la salsa. Cuando llegué a mi casa, mi marido me dijo que se sentía mal, que el domingo había comido demasiado por lo que en vez de los sorrentinos preferìa comer solo frutas. Lo tomé como una señal, jajaja, así que los freezé en la caja, tal cual los había comprado, y allí quedaron, por mucho tiempo, hasta que pude preparárselos a él 🙁
Y el resultado de la biposia fue «celiaquía» por lo que no tuve una despedida formal del gluten. En mi año de tratamiento cometí dos mini transgresiones y tuve tales descomposturas que ya ni me tienta, aunque sigo sufriendo cuando todos comen a mi alrededor.
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Tamara (esta manera de afrontar la dieta quizás no es la mejor pero me ha parecido muy interesante para concienciarse y luego no cometer transgresiones, es mi opinión): Cuando me diagnosticaron estaba a unas semanas de irme de viaje a Holanda y el médico me aconsejó que empezara la dieta al volver del viaje. Así que disfruté de mi último viaje con gluten.
Al volver decidí estar unos días yendo a cenar y a comer a mis restaurantes preferidos para ir «despidiéndome» de ellos y así ya me iba mentalizando poco a poco.
Mi última cena fue en un japonés que me encantaba, porque sabía que sería difícil volverlo a probar. Me hice una foto con mi último bocado antes de la dieta 🙂
Al día siguiente empecé la dieta singlu.
Creo que despedirme de los restaurantes me vino muy bien para afrontar la nueva dieta.
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Glutoniana: en la analítica salí positiva y cuando me dieron los resultados de la endoscopia ya llevaba muchos días mirando qué cosas podría comer y que no, por lo que no tuve tiempo de pensar cual sería mi última comida. Comí unos canelones (que no me chiflan) y no recuerdo que más. Si hubiera sido consciente ese día de lo que me venía me zampo un bocata de pan crujiente y rico! Jajaja. Pero estaba tan concienciada de a ver qué podría comer y no que ni se me pasó por la cabeza hacer una despedida. Estaba muy mal por muchos síntomas y no me apetecía comer nada fuera de lo normal.
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Mònica P. L.: Me diagnosticaron días antes de navidad del 2011. Decidí dejar pasar las fiestas, y en plan masoquista me despedí de algunas cosillas. Mi ultima comida fue la comida reyes, con el típico Tortell de Reis. Tengo que aclarar que yo no tenia síntomas inmediatos después de comer. Tenia pérdida de peso alarmante, molestias estomacales y anemia. Me pudieron diagnosticar porque yo tengo un sobrino celíaco y cuando ya no sabían qué buscar, yo sugerí la posibilidad de ser celiaca. La doctora me hizo la analítica por no escucharme, ella decía que no tenia la sintomatología de la celiaquía. Y bingo!!! Celiaca a los 35!!! Me costó adaptarme a la dieta, soy muy golosa, pero gracias a 500.000 recetas para celiacos y blogs como el de Glutoniana, he descubierto que ser celíaco no te condena comer todo industrial y empaquetado y que hay cosas deliciosas!!!!
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Magda: Siempre recordaré mi última cena sin gluten. Fue en un hotel de Aqaba en Jordania. Al día siguiente volvía a mi casa y ya tenía hora para la biopsia intestinal. El médico ya me había dicho que tenía todos los números de ser celíaca, pero que no hiciera dieta hasta estar seguros. Pues bien, esa misma noche no recuerdo bien que cené, pero me comí com tres o cuatro panes ácimos y un montón de pasteles super dulces (la repostería árabe es muy dulce), y eso que a mi el dulce no me entusiasma. Mis amigos me miraban con cara como si me hubiera vuelto tonta (sólo uno sabía que seguramente era celíaca). Así que se puede decir que mi última cena con gluten se acabó en un empacho…
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Judit: El día de la biopsia intestinal salí muerta de hambre y un colocón de la anestesia que no veas. Fuimos directos a la Tagliatella a comer una pizza 4 quesos. La última de mi vida pensé. Qué buena estaba y qué bien me sentó!!
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Agus: La verdad que no recuerdo exactamente cuál fue mi última comida con gluten. Sí recuerdo mi último cumpleaños con gluten, que fué 4 días antes de hacerme la biopsia. Hicimos salchichas en el grill, por supuesto con pan, torta y alfajores de maicena hechos mitad maicena, mitad harina de trigo.
La analítica ya me había dado positivo, que fué cuando mi médico me dijo que había posibilidades de que fuera celíaca. Así que hasta tener los resultados de la biopsia estuve investigando un poco en el cyberespacio acerca de la enfermedad y cómo tratarla.
Recuerdo que mi médico me llamó por teléfono para darme los resultados, era un lunes justo después del mediodía. Me dijo que los resultados eran positivos, que era celíaca y que debía comenzar a alimentarme sin gluten. Ya lo había estado asimilando durante casi un mes, que fue el tiempo que tardaron todos los estudios, así que me lo tomé bastante bien.
Cuando llegué a mi casa, vacié completamente las alacenas, creo que lo único que quedó fue la sal y un paquete de azúcar. Tiempo después, cuando con tranquilidad fui aprendiendo un poco más, descubrí que muchas cosas que había en mi alacena y de las que me deshice eran en realidad aptas.
Sí recuerdo los primeros productos que compré sin gluten, fui a uno de esto bio-market y compré 1 paquete de tallarines, 1 salsa de tomate y un pan, me gasté poco más de 10 euros, fué un shock tremendo!!!!
Más experiencias en los comentarios de esta entrada.
La mañana que el digestivo me daría los resultados de la analítica fue la última en la que comí gluten. Temiendo la respuesta desayuné un buen trozo del bizcocho con pepitas de chocolate que tiene Hacendado que está riquísimo. El médico me dijo que ni me esperara a la biopsia, que empezara la dieta sin gluten de ipsofacto, y eso hice. Pero 2-3 semanas antes, temiéndome lo que finalmente me dijeron, me pegué un banquete digno de un rey. De primero migas de pastor; de segundo huevos rotos con jamón acompañado de una buena dosis de pan y de postre torrijas con miel.
Un celíaco más, jajajajaja, un pedazo chute de gluten de despedida!
Jajajaja claro! Si había que despedirse, había que hacerlo por todo lo alto.
Pues yo no lo recuerdo, si se que cuando me hicieron la biopsia deje de comer con gluten, radical y sin pensarlo, y fue la mejor decision de mi vida, al me cuando me dijero que era celiaca ya llevaba el trabajo hecho….no me ha costado mucho, es cierto que echo de menos algunas cosas pero el alivio es tan grande que prefiero seguir asi….
Eva, a mi me pasó lo mismo y como más años llevo menos ganas de comer según que, ya me contaminan por ahí como para yo meterme algo 🙂
Exacto, bastante tenemos con la sociedad ^_^
Creo que si hubiéramos estado menos asustados, también mi marido hubiera disfrutado de su última comida glutanera.
Seguramente hubiera comido un bocadillo o pan «tumaca» o tostadas de ajo…. pero seguro que algo con pan «normal». Es lo que creo que más echa de menos.
Rebeca, creo que el pan es lo peor, el resto se va sustituyendo….
Sí, la pasta, las pizzas, incluso las galletas y magdalenas… están bastante bien conseguidas, pero encontrar un pan bueno es muy difícil.
Es el sueño de todos creo… y mira que yo he probado marcas y marcas… pero todos son lo que son 🙂
Yo de los que he probado, me quedo con el ciabatta de Schar. Esos panecillos pequeños no están nada mal.
La verdad es que cada uno tenemos nuestro preferido, ahora están llegando de nuevos de la marca Agluten y otras. Lo importante es ir probando y ver cual es más interesante para cada ocasión. Y hacer en casa creo yo, es la manera de comer un día un pan calentito y adaptado a nuestro gusto 🙂
Pués enseguida después de la biopsia y del resultado positivo fuimos a una Pizzeria dónde pedí una cerveza con una pizza. Sí hubiera sido consciente de lo que me esperaba, hubiera comido una barra crujiente, cappellettis, canellonis, croquetas, churros, empanadillas y y y jajaja
Zöli, jajaajaja, bueno algo es algo.
Orejas de carnaval, no era carnaval pero me los hizo mi madre para que me hinchara…. El tema es que nunca ninguna prueba me dió positiva pero si como gluten me pongo mala. No hay diagnostico por ningun lado, como mucho alergia al trigo pero no es sangre, sólo en piel… asi que yo sigo la dieta y si hago alguna transgresión ya se lo que me toca… pasarme el día en el baño con un gran dolor de tripa y una diarrea monumental.
Carmen, hay mucha gente como tu, pero si sabes que te sienta mal pues nada mejor seguir la dieta.
Lo de las orejas genial jajajaja.
Si, pero dos años mas tarde, por carnavales mi madre trajo una bandeja de orejas y yo, pobre de mi, las ignoré.. sólo que de noche me levanté a beber un vaso de agua y cayeron, primero una, después otra y finalmente una tercera… Es como si comiera cristales y pasé una noche terrible (juro que nunca más) y al día siguiente mi madre se armó de paciencia y probando con varias harinas sin gluten consiguió hacermelas muy parecidas…. aunque estaba tan malita que no pude comerlas… y se las comieron ellos tambien… Algo parecido me pasó con los donuts pero no volví a hacer más transgresiones… no puedo perdonar el daño que me hacen por lo bien que me saben. Con el tiempo he aprendido que yo en casa puedo hacer de casi todo, igual o parecido… excepto el pan… que no he conseguido ninguno que me guste pero a todo se acostumbra una cuando constata que se está como una rosa, hasta que algún simpático sin mas conocimiento me confunde con alergica al huevo, a la leche o vegetariana… ¡¡¡eso me enerva!!!
Carmen, yo con otras cosas de comida no puedo evitar caer en la tentación, pero con lo de gluten es que tengo un chip dentro de haberlo pasado tan mal que hay cosas que ni las huelo…
Es duro sentirse así con la sensación de que todos comen y nosotros no.
Y lo del pan vente para aquí que hacemos probaturas y alguno encontramos que te guste 😉
pues dime pa donde que en cuanto pueda voy.. a ver si al menos consigo aprender a hacer el chicle de almidon porque hasta ahora no me ha salido…
Carmen, creo que estamos un poquito lejos, pero seguro que algún día podemos coincidir en algún curso, por qué voy a intentar a hacer muuuchos 🙂
El recibir el resultado de la biopsia me produjo cierto alivio y también a mis hijas , pues en la familia había casos graves de digestivo. Pero se habria un mundo desconocido para mi, lo primero que hice fue deshacerme de todos los productos con gluten y ese mismo día empecé mi dieta. Reconozco que al principio fue duro y tenía obsesión por lo dulce,lo que añoro es un buen bocadillo. Sigo la dieta a rajatabla, he mejorado tanto que no se me ocurre saltarla.
Julia, la verdad es que suena raro pero cuando nos encontramos mal tenemos como un cierto alivio la verdad. Todos tenemos obsesión con lo que no podemos comer, a mi no me gusta el dulce y de golpe empecé a sentir que me venía de gusto todo l que veía jaja. Haces bien, no hace falta saltársela 🙂
La día anterior de ir a busca el diagnóstico final nos fuimos toda la família a comer una super pizza en el Casanova (que resultó que tenían pizzas sin gluten luego) y cenamos un bocadillo «guarro» en el Chivito, típico de menorca, jeje modo despedida!!! 😛
Cuando salimos del médico con el diagnóstico en la mano, nos fuimos de cabeza a «estrenar» el mercadona que acababan de abrir en Menorca y, entre mi madre y yo, llenamos el carro de la compra de cosas que jamás antes había comido, pero como ponía sin gluten…. Fue divertido llegar a casa y ver la compra!!!
Maria Domingo, veo que fue todo bastante bien dentro de lo que cabe 🙂
Diría que mi última cena con gluten fueron unos macarrones, la verdad es que no lo recuerdo mucho. Si ahora volviese atrás, seguramente me hubiese preparado una rica sopa de galets gigantes (la típica de navidad). Lo que sí recuerdo es lo primero que miré que no llevara gluten y fue la philadelphia (que me encanta). Tienes razón, cuando nos juntamos dos celiacos parece que solo tenemos un tema de conversación: el gluten 🙂
Celicosas, después de leer a muchos me dan ganas ahora de haber hecho una despedida jajaja. Yo empecé a comer cosas que no comía antes y que luego he retirado por qué era como un puedo pues ale lo compro jajaja.
¡Menudas experiencias estoy leyendo ahora mismo!
El que se inventa el pan si gluten que sabe al tradicional puede hacer muy rico… pues nada a investigar :o)
Petonets,
palmira
Palmira, ya ves como estamos, siempre hablando de comida y del dichoso pan! Algún día será más bueno que el vuestro 😉
Yo me pasé unos dos años desde que empecé la dieta sin gluten hasta que me dieron la confirmación, así que la verdad es que entre medias transgredí la dieta varias veces, porque como cada seis meses me entraba la duda, y picaba. Luego fatal, claro.
La última transgresión, tres días antes de mi última visita a la dermatóloga. Me aconsejaron que me tomara algo para que se me vieran las lesiones de piel «activas». Me zampé dos donuts, más feliz…
Luego me salieron un montón de granos, y otra vez dolor de espalda y de articulaciones, pero la dermatóloga me vio las lesiones (como un acné super bestia) y me dijo que sí que las había visto en pacientes celíacos, y me mandó al de digestivo de vuelta para la biopsia con su «bendición». Biopsia positiva, y hasta ahora.
Y gracias a HannaSin, ya no echo de menos los donuts gluteneros, cuando tengo mono, me hago una tanda.
Un beso!
Teresa, la verdad es que tu caso tela. Menos mal que ahora ya está todo en el sitio y sabes lo que hay. Y con lo cocinitas que eres te quitas el ansia de donuts o lo que sea de encima en un plis plas 😉
No sé cuál fue exactamente mi última comida. Pero hice un festival del gluten (lo llamé así e invité a gente, y todo) en el que hice pizza y alguna otra cosa más (no sé si una tarta o algo así de postre… no recuerdo). Eso sí: cuando salí de la consulta del médico con el «empieza la dieta ya», también me metí en un bar a desayunar, y me desayuné un café con leche con un ENORME pincho de tortilla, mientras le comentaba las novedades a mi padre por teléfono y le contaba la bomba de gluten que me estaba comiendo. También recuerdo que me costó un ojo de la cara el pincho de las narices, que estaba junto al hospital y es bar de médicos… que tienen pasta.
Lo que recuerdo perfectamente es mi primer día sin gluten: 1 de noviembre de 2010
– Antojo de bizcocho de chocolate –> Opencor. 6 minibizcochitos con sabor industrial por 6€.
– Café con las amigas –> No me como la chocolatina (el día de antes me había tomado otro café en el mismo sitio y SÍ me había comido la chocolatina).
Dany, es un gran cambio, pero me parece genial tu despedida lo mejor que hiciste! 🙂
Yo también te la quiero mandar!!!!
Pilar, la espero! 🙂
La nit abans vaig menjar-me per sopar una pizza i el dia de la biopsia per esmorzar un bocata enorme i galetes, mooooltes galetes. I després del resultat em vaig despedir amb un super crusant de xocolata! jeje
Miate, jajajaja, a lo grande!! Bé, així és com una mentalització, ho trobo molt bé la veritat.