En Junio hice una escapadita a Arenys de Mar. Es una población costera a 40 km. de Barcelona, por lo que vale la pena visitar si estáis cerca. No estuve ni 48 horas pero el poco contacto que tuve con la gente de allí me parecieron gente muy agradable, eso se nota cuando alguien vive en un sitio tan tranquilo y que se siente a gusto de vivir allí. Os parecerá una chorrada pero yo lo noté. (Como la presente tiene el sentido de la orientación no se sabe dónde y, en vez de ir directa al hotel que estaba recto al salir de la estación, dio unas cuantas vueltecillas y habló con varias personas y todas fueron muy agradables!). No pude ver mucha cosa pero la próxima vez intentaré ver más. Cuando fui en Junio todavía no había demasiados turistas así que disfruté de la tranquilidad. Podéis ver un video promocional aquí.
Tema comida: vi que había un restaurante pero era en Arenys de Munt, un poco más arriba y sin coche me pareció que estaba lejos. Por lo que decidí lanzarme a la aventura e ir en plan mochilera total con la comida, las poblaciones cercanas están a pocas paradas de tren. Me llevé una bolsa llena de cosas: tortitas de arroz, pan, fuet, fruta, bollería envasada, galletas, etc. Para el viaje me llevé un sándwich y pensé que una vez allí ya me buscaría la vida, no suelo hacerlo, pero algún día tenía que probar. A la hora de la cena decidí buscar un restaurante dónde conocieran mínimamente lo que era la celiaquía. Tuve suerte y en el primer sitio que entré el cocinero sabía de qué le hablaba, pero me insistió en que no tenía pan ni nada para mí. Pero le dije que si me hacía una tortilla a la francesa teniendo cuidado con el tema de la contaminación yo llevaba mi pan. Luego me comentó que en Canet de Mar conocía un restaurante que tenía carta sin gluten y que al día siguiente podía probar. No me acuerdo del nombre del sitio, pero por si lo leyerá, muchas gracias de nuevo!
El restaurante está a una parada de tren por lo que si os acercáis por allí es una opción totalmente válida además muy recomendable. El restaurante se llama LA QUEIXALADA, luego os cuento en un post a parte por qué el sitio se lo vale. Comí super bien! Así que al final no me salió mal el viaje a la aventura.
Y a la vuelta, de trasbordo en Sants, pues en McDonals cómo no. Que con el jaleo que llevan allí es para morirse, pero he ido varias veces y nuuunca me la han sacado ni roto ni fría.
DIRECCIONES DE INTERÉS
HOSTAL LA LLUNA
Es un hostal muy pequeño y agradable. Aunque mi habitación era pequeña estaba todo bien aprovechado. En una calle con poco tránsito y dónde se podía dormir bien. Y el trato genial. Solo tienen servicio de bar para el desayuno (no hay nada sin gluten pero le comenté que estaría bien que tuvieran ni que fuera unas magdalenas o algo tipo galletas y me dijo que lo mirarían). Tienen una terracita en el piso de arriba dónde poder comer si quieres, así que lo aproveché para no tener que comer en la habitación.
RESTAURANT LA QUEIXALADA (para saber más sobre ellos podéis leer este post)
C/ Castanyer, 18
CANET DE MAR
Tel. 93.794.06.20
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Foto 1 y 2 bajadas de Internet, la 3 propiedad de LA QUEIXALADA
No quiero ni imaginar el estrés de salir de vacaciones y no saber donde te podrán preparar de comer, de siempre tener a mano algo para poder comer , vamos que me parece un infierno animarse a salir de casa.
Cuando estuve embarazada, tenía prohibidos muchos alimentos entre cuales todas las verduras crudas y ni te imaginas cuanto me costaba conseguir que me trajeran la comida sin perejil o cebollino por encima, me volvía loca y acabé dejando de salir a comer fuera por miedo :o(
Suerte que hoy la gente va compartiendo este tipo de informacióN!
Besos guapa,
Palmira
Qué guapa eres Palmira! Eres un cielo siempre con esa empatía que te caracteriza hacia los celíacos. Será que tu tuviste que cocinar sin gluten y sabes como va el tema.
Lo peor de lo peor es creer tenerlo todo organizado y que te la peguen por algún sitio, eso sí duele… como en agosto. Pero bueno hay que intentar salir y quejarse si hace falta y dar las gracias en los sitios que nos tratan tan bien.
Creo que si las personas que tienen restaurantes tuvieran la mitad de empatía que tu seguro que las cosas irían mejor 😉